jueves, 30 de julio de 2009

Apuntes y secuelas a partir del discurso presidencial ¿Despeñándose para el bicentenario?

El discurso es de Alan García así que los adjetivos son siempre escasos. Esta reflexión se detiene en asuntos públicos de personal atención y de muy breve análisis (el tiempo es corto).


La descentralización

El gobierno nacional acusa a los subniveles de gobierno de escasa capacidad en la ejecución del gasto pero no reconoce ni dice nada de sus Ministerios que, en lo que va del año, sólo han ejecutado el 23.1% de lo estimado. No por ello se libran los GR ni locales, pero la desgracia solo se reproduce. Los GR apenas han gastado 17.6% y las Municipales Provinciales (capitales de departamento o de GR) tan solo el 24.9% (Perú Descentralizado, boletín Nro. 11).


No existe de parte del soberbio estado nacional ni de las pequeñas soberbias provinciales intenciones por formar Regiones y por tanto, establecer administraciones y políticas territoriales amplias e integradas. La ley permite que esta iniciativa la tengan los presidentes regionales, los partidos políticos nacionales o movimientos regionales respaldados por 10% de la ciudadanía; o bien por el 10% de los departamentos con intención de integrarse. Como diría mi abuelita: nones. De esto no hay nada. Nadie quiere soltar la teta, perdón, las 25 tetas ¿y ahora?


Desactivado el Consejo Nacional de Descentralización y reemplazada por la secretaria para la descentralización de la Presidencia del Consejo de Ministros, el proceso parece haber perdido dinamismo.


Hasta ahora no se ha instalado el Consejo de Coordinación Intergubernamental como obliga la ley orgánica del poder ejecutivo y la realidad de las provincias; tampoco existe un Sistema de Información Regional que permita un seguimiento de las formas democratizadoras de la gestión regional (formas de participación, control, planificación y gestión), no por un afán exclusivamente académico, que no es poco sino necesario para hacer políticas públicas, si no además, porque estos criterios son necesarios para la acreditación de competencias y la transferencia de recursos.


En este penoso escenario García propone descentralizar popularmente. Se trata mas bien de desconcentrar antojadizamente, de restar participación a los gobiernos elegidos popularmente, es decir, no es descentralista; y además decide desde el gobierno central, con criterios técnicos que nadie conoce, donde invertir 160 mil dólares por proyecto y no en otro ¿Cómo se decide cuál si y cuál no?


Seguridad ciudadana

La seguridad sigue siendo entendida como un problema de agencias específicas como la policía, el Gobierno local y quien administra justicia, la denominada mesa de tres patas o el triangulo de la seguridad. Nada tan equivocado.


Este fenómeno social y multidimensional se enfrenta con un sistema integral multiagencias que tiene vida formal en el Perú pero no real. Un llamado de atención al Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana.


El nuevo proceso penal garantista, al que hace mención el presidente, por ejemplo, en reemplazo del inquisitivo es un compromiso estatal, no exclusivo del Perú, sino de todos los de la Región salvo Uruguay que aún no lo inicia.


Los planes nacionales de seguridad, diseñados desde hace cinco años seguidos, es un buen ejercicio que construye expertos pero una tomadura de pelo al observarlos en detalle.


Sus objetivos resultan ser las finalidades institucionales, que fácil no; y no hay indicadores cuantificables o medibles que permitan decir después de un semestre si se ha cumplido con los resultados o con las competencias comprometidas.


La actual política de seguridad pasa por la exclusiva compra de transporte motorizado y el amarre temporal con las empresas que venden los vehículos, a través del equipamiento adecuado y la compra de repuestos. Lima, por ejemplo, no cuenta todavía con un sistema de comunicación entre todas las comisarías; estas no tienen acceso a registros de identificación y otras muchas no tienen Internet.


Para verificación internacional, Perú participa por tercera vez en una comparación mundial de comisarías, la sociedad civil observa y califica de manera estandarizada, y a pesar de que en muchas de estas visitas participan vecinos de las juntas, cercanos a las comisarías, nuestros establecimientos son de los peores evaluados a nivel mundial.


Revisar lo dicho sobre un penal en la selva para corruptos lo considero una perdida de tiempo que solo refleja el desprecio presidencial por el oriente peruano que lo ve como zona de castigo o de explotación.


Dos días después del discurso presidencial, el Ministro del interior promete formar una oficina de conflictos sociales cuando la Defensoría del Pueblo ya tiene una que funciona hace varios años y que seria mas barato para el Estado integrar o construir un equipo conjunto y no un área similar.


Además se plantea la penalización del consumo prohibiendo el porte mínimo, asumiendo que esta siempre sale de la calle, qué pasa con el autocultivo en el caso de la marihuana. ¿Se ha planteado el consumo responsable o la reducción del daño? ¿Podemos pensar también en no vender mas alcohol por ser una de las principales causas de accidentes de transito o de violencia familiar o del abuso de otras sustancias?


Anticorrupción

Sobre esto nada, la última vez que hubo un esfuerzo más o menos serio al respecto fue el Consejo de Iniciativas Nacionales Anticorrupción en el gobierno de Paniagua, aún siguen ahí las propuestas nacionales y sectoriales anticorrupción.


Colofón

Se vienen doscientos años de vida republicana y para cumplirlos, aún en tierra y no cayendo, debemos mejorar nuestra puntería y acciones.


Integrar la pluralidad nacional es un proceso largo y aún lento, lentísimo, pero creo que es el primero.


Y, aún la pendiente reforma del Estado, creo que pasa por los caminos de una Descentralización política “dirigida” y una descentralización fiscal “coordinada”; una reforma educativa y de salud, que deben funcionar juntas, la jornada completa escolar, que permite mayor libertad de la PEA debe contener alimentación y formación en liderazgo, modernidad y convivencia en las escuelas; el Sistema de Seguridad Pública funciona, como otros, con amplia y certera información, la necesitamos; además, es tarea del Estado la promoción y defensa del trabajo individual y colectivo; la reducción de la pobreza a través de la unificación de sistemas sociales y actuación líder de los gobiernos locales; y finalmente, la formación de una sociedad libre y laica, en donde las libertades individuales no sean sancionadas, con sitio para tod@s, como dicen en las combis.


Salud por un año más como república…